Este artículo ofrece pautas para realizar producciones cinematográficas con responsabilidad social, enfocándose en el respeto y la participación equitativa de las comunidades representadas. Destaca la importancia de definir el objetivo de la producción (comercial, social, artístico, educativo), mantener un diálogo horizontal, y ser transparentes en los acuerdos y contratos. Subraya la necesidad de reconocer que las historias representadas pertenecen a las comunidades y no a los realizadores, sugiriendo una representación digna y el respeto a las formas de organización comunitaria. Además, recomienda una retribución justa para los participantes, considerar el impacto del material y establecer protocolos de seguridad para proteger a los involucrados en casos de vulneración de derechos humanos.