La Declaración de Bali de los Líderes del G20, elaborada por los líderes de las principales economías, pone de relieve su compromiso de cooperación para hacer frente a los retos mundiales. Al abordar las crisis multidimensionales, la declaración se centra en la respuesta a la pandemia COVID-19, el cambio climático y las adversidades económicas. Se reconoce el impacto de la guerra de Ucrania en la economía mundial y se comparten diversas perspectivas sobre las sanciones. Se hace hincapié en la defensa del derecho internacional, la resolución pacífica de conflictos y el mantenimiento de la estabilidad macroeconómica. Los líderes subrayan su determinación de abordar los retos de la seguridad alimentaria, promover la agricultura sostenible y mejorar las cadenas de suministro de alimentos. Abogan por un comercio agrícola abierto, previsible y no discriminatorio, al tiempo que apoyan el suministro de alimentos con fines humanitarios y vigilan la seguridad alimentaria mundial.