Las populares plataformas de Internet que actualmente median en nuestras comunicaciones cotidianas son cada vez más eficientes en la gestión de ingentes cantidades de información, lo que hace a sus usuarios cada vez más adictos y dependientes de ellas. Existen opciones alternativas más orgánicas, como las redes comunitarias, que pueden capacitar a los ciudadanos para construir sus propias redes locales de abajo arriba. Este capítulo explora estas opciones tecnológicas junto con la adopción de una dieta de Internet más saludable en el contexto de una visión más amplia de la vida sostenible en un mundo con energía limitada.