Este informe examina la brecha digital y los retos de la conectividad en México, centrándose en las comunidades rurales e indígenas. Describe cómo, en respuesta al fracaso de las soluciones estatales y de mercado, estas comunidades han desarrollado redes comunitarias autónomas. Estos proyectos incluyen redes celulares en Oaxaca, intranets comunitarias en Chiapas y programas de formación técnica, lo que refleja un enfoque en la autonomía tecnológica y la adaptación de la tecnología a sus formas de vida y organización. El informe destaca la importancia de la autogestión y el empoderamiento de las comunidades en el campo de las telecomunicaciones.