En momentos en que la mayoría de los gobiernos se esforzaban y tropezaban por tomar medidas vitales, efectivas y empáticas para proporcionar servicios sanitarios y educativos fiables e inmediatos mientras se encontraban en una situación de cierre total, las comunidades intervinieron para cuidar de sí mismas y de sus vecinos. El espectro de actividades de las redes comunitarias abarcó un amplio abanico de acciones y servicios que salvan vidas y dignifican, desde el suministro de comunicaciones e información sanitaria, la facilitación de aplicaciones de telemedicina, la creación de servicios educativos, la ampliación del acceso a Internet y su alcance, hasta la prevención y atención de la violencia de género en línea y fuera de línea.
Las redes comunitarias demostraron que una infraestructura sólo es tan sólida como el más solidario de sus nodos comunales.
En este segundo año de vida en tiempos de crisis sanitaria mundial desigual, nos complace presentar esta edición especial de GenderIT.org: Infraestructuras de resistencia: Redes comunitarias hackeando la crisis global y para compartir con nuestros lectores cómo los enfoques interseccionales en las redes comunitarias han estado transformando estas realidades encarnando infraestructuras de resistencia y llevando esperanza a sus comunidades.