Se trata de una herramienta de gestión de redes comunitarias que identifica puntos fuertes, puntos débiles, oportunidades y amenazas. Analiza aspectos internos, como los recursos organizativos, la cultura y la tecnología, y externos, como los factores políticos, económicos y jurídicos. Ayuda a maximizar los puntos fuertes, minimizar los débiles y desarrollar estrategias para mitigar los riesgos y aprovechar las oportunidades. Incluye la identificación de ventajas competitivas, áreas de mejora, tendencias del mercado y normativas que afectan a las operaciones.